Esta rechoncha paloma lleva una vida algo parecida a la de una perdiz de bosque. Oculta en la espesura, resulta dificilísimo poder avistarla. Su presencia pasaría desapercibida de no ser por su canto, un profundo arrullo juuu, emitido a intervalos, parecido al sonido del aire al soplar en la boca de una botella. Posada en las ramas del sotobosque, la paloma desciende luego al suelo para alimentarse de frutos y semillas. En La Esperanza se han logrado obtener imágenes de esta especie mediante el uso de cámaras trampa.
Distribución: Andes de Colombia hasta el noroccidente de Argentina. En Colombia presente en las cordilleras Occidental, Central y extremo sur de la Oriental, entre 900 y 2500 m de elevación.